Si ya es difícil ser humano y soportar el calor que está haciendo estas semanas ¡no me quiero imaginar lo difícil que es para un perro!

Y es que cada año que pasa me gusta menos el verano. Bueno, a ver si nos entendemos, digo que me gusta menos el verano porque me tengo que quedar trabajando con el calorcito tan seco de Madrid y no podemos ni salir a la calle hasta bien tarde que se va el sol. A ver, si estuviéramos Blondi y yo en una playita todo el día en remojo os aseguro que no opinaría lo mismo del verano, pero por el momento las vacaciones duran muy poco y es mucho el tiempo que tenemos que soportar esto.

Los perros además no transpiran por la piel como nosotros, sino que sólo lo hacen por la boca por lo que la temperatura que ellos sienten en su cuerpo es mucho mayor que la nuestra y si a esto le sumamos la cantidad de pelos que tienen ¡no me lo quiero imaginar!

No sé vuestros perros pero Blondi todos los años en estas fechas come muy poquito, duerme como un oso, pasea (no corre ni juega) y está un poco más triste; por eso he reunido algunas técnicas que al menos nos ayudan a sobrevivir mejor al calor.

En casa:

• Siempre le tengo agua fresquita, así que se la cambio al día unas cuantas veces, cosa que por cierto agradecen las plantas porque la que tiene en el cuenco, en lugar de tirarla por el fregadero, se la echo a ellas.
• Como ya vísteis en Instagram y Facebook ¡tiene su propia piscina! La verdad que es mano de santo para bajar su temperatura y además como le encanta el agua pasa parte del día en remojo. El problema viene cuando quiere entrar en casa para subirse al sofá y está empapada (jajaja).

• Durante el día siempre se quiere quedar dentro de casa porque nuestra casa por la tarde no tiene ni un huequito de sombra; eso sí, por la noche no quiere ni entrar y se queda a dormir fuera con el airecillo que corre.
• La cepillo todos los días para eliminar toda ese pelo lanoso que le da todavía más calor.
• Le preparo algunos helados caseros para perros. La semana que viene subiré la primera receta.
• Hacemos algunos juegos de habilidad mental porque los paseos son más cortos y ejercicio apenas hace.
• Bueno, y también enciendo el aire acondicionado y se pone debajo de él.

Fuera de casa:

• Paseamos siempre que podemos por zonas de césped. El asfalto coge una temperatura increíble en verano y se puede quemar las almohadillas.

• Salimos a primera hora de la mañana y a última hora del día evitando el sol directo a toda costa.
• Y cuando salimos, vamos buscando siempre zonas de sombra.

• Llevo agua para darle a mitad del paseo y la que se deja en el cuenco se la suelo tirar por encima.

• Buscamos a ver si están encendidos los aspersores para que pase por debajo de ellos o vamos a parques donde hay zonas de agua para que se refresque.

• Utilizo el arnés de Petkit que es transpirable y se puede mojar antes de salir de casa para que vaya fresquita durante la salida.

• Por supuesto, siempre que podemos, nos escapamos a cualquier sitio que haya agua: al río, al pantano, a alguna piscina para perros que hay aquí en Madrid o incluso a la playa. En estos sitios es donde Blondi recobra vida en verano, se mete al agua, nada, sale y le da un tremendo ataque de locura en el que por fin la veo correr. Me da mucha pena verla tan desganada por el calor así que como veréis durante las próximas semanas, nuestras salidas acuáticas van a ser muchas.

Y ahora ¡contarme más truquitos que utilicéis vosotros para soportar este intenso calor!