Todos los que nos seguís a través de redes sociales, podéis ver nuestro día a día y lo feliz que somos las dos juntas; sin embargo, hoy quiero hablaros de algunas razones que cualquier persona que quiera adoptar un perro se tiene que plantear.
Para mí, Blondi ha supuesto un cambio de vida. De repente y por primera vez, comencé a tener a mi cargo a un ser vivo y toda mi rutina diaria dio un vuelco. Se acabó el pensar en mí para tener que adaptarme a ella. Comencé a levantarme temprano, a pasear como no lo había hecho nunca, a limpiar más a menudo y sobre todo, a tenerla siempre en mi mente antes de planear cualquier cosa.
También cambió mis gustos, mi estilo de vida y, sin apenas darme cuenta, me ví leyendo libros sobre perros, conociendo gente nueva sin quererlo y llevando mi peor ropa siempre que salíamos a la calle.
Con esto quiero decir que compartir tu vida con un perro te aporta muchísimas cosas buenas pero hay que ser consciente del gran cambio que se te viene encima. Sin duda, tu vida no volverá a ser como la de antes.
En el aspecto económico también tengo que decir que tener un perro bien cuidado requiere de una serie de gastos que tenemos que tener en cuenta: chip, vacunas, alimentación, accesorios, desparasitaciones, revisiones veterinarias… y todos esos juguetes y caprichos que no podemos resistirnos a comprarles.
Vivir con un perro te obliga a gestionar el tiempo de otra manera y muchas veces, a tener que multitplicarte. En España todavía no pueden entrar en la mayoría de los sitios, lo que significa que a veces no nos queda otra opción que dejarlos en casa y estar pendientes de que no estén mucho tiempo solos y adaptar nuestra vida social de otra forma.
La higiene. Hay una cosa que siempre digo: «si Blondi no viviera conmigo, tendría mi casa siempre reluciente». Está claro que prefiero las huellitas y los pelos en mi vida pero hay que hacer un ejercicio de asimilación de que tu casa no volverá a estar nunca como antes. Por no hablar de que cuando llueve es inevitale que ¡huelan a perro mojado!
¿Y qué me decís del momento en el que deciden ir a beber agua y la mitad cae al suelo? Para mí es una lucha dairia pero vamos a ser realistas, ¡es imposible que no chorreen! Así que lo único que nos toca es tener la fregona a mano y paciencia, mucha paciencia.
Si eres de los que le gusta que todo esté siempre en su sitio, la llevas clara. Los perros no tienen manos, por lo que usan su boca para coger y jugar así que no te extrañe verlo disfrutar de lo lindo con tus calcetines o tus zapatillas.
Con todo esto os quiero decir que tomar la decisión de adoptar un perro requiere que sepáis que dependerá de ti durante toda su vida. Vosotros seréis todo lo que tiene.
Así que ahora que ya sabes hasta qué punto estos peludos pueden llegar a cambiar tu vida, llega el momento de tomar ese compromiso o seguir viviendo sin perro. Yo, sin duda, prefiero rennciar a muchas cosas, cambiar de estilo de vida pero darlo todo por vivir junto a Blondi cada día de su vida.