Al final todo llega ¡y también nuestras vacaciones! Sí, sabemos que es 21 de septiembre pero este año entre unas cosas y otras hemos tenido que escoger esta fecha.
¿El destino? ¿Qué cual es? Pues nos hemos ido hasta L’Ampolla (Tarragona) a una casa en el campo que os enseñaré en otro post porque indudablemente la recomiendo para todos aquellos que tenéis peludos y les gusta corretear por la naturaleza.
Sin embargo hoy quiero hablaros de la playa canina Riumar en Deltebre, habilitada para perros desde 2013 y a la que hemos ido dos días.
El primero de ellos y siendo novatos nos fuimos a aparcar al lado del camping L’Aube. Allí había un mirador y un camino que indicaba la playa canina a 1,6 km. Comenzamos a andar y lo cierto es que es un lugar precioso porque atraviesas pleno parque natural El Garxal con varios miradores para aves y una vegetación muy típica de la zona del Ebro.
Después de esta pequeña caminata, una pasarela de madera nos abría paso hasta la playa canina de Riumar, un espacio que os invito que lo conozcáis. Destaca sobre todo porque es amplísima, de arena dorada, cubre poco y hay pocas olas ¡perfecta para que corran y jueguen los perros!
Me sorprendió como residentes de la zona llamaban a Blondi y se reían cuando correteaba y salpicaba por el agua.
Por supuesto, ella hizo algunos amigos y se lo pasó muy bien.
El segundo día volvimos, pero esta vez aparcamos justo en la entrada de la playa que tiene bastante sitio cerca aunque no está masificada y sigue conservando ese encanto. Hay algunos restaurantes y bares cerca de la urbanización Riumar donde os podéis quedar a comer o a tomar un helado.
En definitiva, los tres disfrutamos de otro día de playa entre arena por las toallas, algunas carreras y ¡hasta viendo un caballo trotar sólo por el agua!
Os recomiendo esta playa canina y yo por mi parte me llevo este rinconcito de Cataluña conmigo.