Después de de pasar casi 10 días en el pueblo y ver que Blondi no quería montarse en el coche, he creído que tenía que escribir este post. Y es que pocas cosas le gustan más en el mundo más que subirse al coche porque lo relaciona a diversión, pero como os digo, esta vez ha sido diferente.
¿El motivo? Que le encanta estar en contacto con la naturaleza. Allí ha estado rodeada de animales y muchísimos olores y no quería volver a casa.
Y es que creo que el poder llevar a nuestro perros al campo es muy importante para que sean felices.
Ellos se adaptan muy bien a nuestras casas, al asfalto, a los coches… pero al final sólo hay que ver su cara cuando están en plena naturaleza.
Como sabéis, nosotros vivimos a las afueras de Madrid y por suerte podemos salir practicamente todos los días por caminos, el problema es que ya no le llaman mucho la atención por eso en el pueblo ha sido un no parar. Olores distintos, amigos perrunos nuevos, animales nunca vistos para ella, charcos que nunca había catado antes… vamos lo que viene siendo Blondi en estado puro.
Creo que los perros no están destinados a vivir en un piso, debemos salir con ellos, explorar nuevos lugares y dejarles vivir nuevas experiencias.
Si queréis conocer un poco más sobre cómo han sido estos últimos días allí, no os perdáis los vídeos que hemos grabado: