Pequeñita, con mucho pelo y extremadamente cariñosa. Así es la prima de Blondi que, tal y como os dije hace unos días, estuvo también en nuestra última salida perruna a la casa rural de Palazuelos de Ledesma.

Es muy tranquila aunque una de sus grandes pasiones es el campo por eso disfruta muchísimo oliendo rastros, corriendo tras los pájaros y tomando el sol.

Lo que más me gusta de ella es la ternura que inspira porque acostumbrada a Blondi con lo grande que es, Hada es súper achuchable, se acurruca en cualquier parte y es muy buena y cariñosa.

¿Qué cómo llegó a la familia? Pues una vez más fue el destino el que la trajo. Fue durante una Semana Santa cuando el hermano de Sergio la vio por la calle suelta y se la llevó a casa, la dió un baño y comprobó que no llevaba chip. Lo cierto es que tenía un aspecto descuidado y algunas garrapatas por lo que no parecía que fuera de nadie así que tanto él como María, su novia, la adoptaron sin dudarlo.

Sin embargo, a los pocos días algunas personas del pueblo la identificaron y les dijeron que tenía dueños. Con lágrimas en los ojos porque ya le habían cogido mucho cariño, fueron a devolverla. A pesar de haberla tenido tan poco tiempo, desde el primer momento crearon un vínculo muy fuerte y Hada sabía que había encontrado su lugar. Por eso, en el momento en el que la entregaron, Hada se quería volver con ellos así que apenas 10 minutos más tarde de salir de allí la dueña les llamó para decirles que se la daba, que con ellos iba a ser más feliz.

Desde entonces Hada nos ha conquistado a todos con sus cuatro kilitos, su pelo despeinado, su carácter y por supuesto sigue enamorada de quiénes se cruzaron en su camino hace ya 6 años.

Cuando está  con Blondi se siente más segura y le encanta ir a su lado viviendo nuevas aventuras. En el carácter no se parecen tanto porque cómo sabéis Blondi es por el momento un poco traviesa, ladrona de cosas y juguetona mientras que a Hada no le gustan los juguetes, ni robar zapatillas… aunque sí los muslitos de pollo ¡le chiflan!

Esta pequeñaja ha sabido adaptarse muy bien y me encanta verla tan feliz 🙂