En esta época del año es normal que llueva, de hecho es muy necesario aunque lo cierto es que al tener perro estos días se complican: salidas más cortas, charcos por todos los lados, barro, menos perros que salen… en fin, un cúmulo de circunstancias.

Conozco muchos perros (y algunos dueños también) que con este tiempo no les gusta salir, pues bien, a Blondi le pasa todo lo contrario, le encanta la lluvia, le activa mucho el olfato, corre más y si de paso ve un charco se toma unos minutos de spa en él. Sí, no sólo le gusta el agua del mar o de los ríos, sino cualquier acumulación de agua por lo que salir con ella cuando llueve se convierte en una aventura segura. A esto debo añadir que encima no le gustan los chubasqueros por lo que como digo yo siempre va «salvaje» con total libertad de movimiento sin nada que le cubra así que la primera regla que cumplo siempre que hace este tiempo es dejar dos toallas preparadas en casa nada más entrar.

Una vez que salimos suelo llevarle una pelota ya que es una buena forma de que desgaste energía en menos tiempo ya que el paseo al estar lloviendo es más corto.

Intento aprovechar el tiempo al máximo porque el que llegue cansada a casa asegura que después esté relajada así que el quedar con sus amigos perrunos o encontrarnos por causalidad a alguno también es una ayuda importante.

Cuando hablo de que el paseo es más corto me refiero a que es de una hora aproximadamente, sí sí aunque llueva Blondi necesita desfogar ya que es joven y muy activa por lo que yo también me aseguro de ir bien preparada con paragüas, chubasquero y botas de agua.

Nunca me olvido tampoco de llevar agua porque cuando corren se fatigan y encima teniendo charcos a su alrededor es muy probable que saquen la lengua para beber y si lleva un poco de tiempo estancada corren el riesgo de contraer alguna infección.

Al volver a casa, lo primero que hago es secarla a contrapelo para secar bien las capas interiores con la toalla aunque si se acompaña del secador, mejor que mejor. Siempre intento eliminarle todo el exceso de agua y evitar así que luego se pueda poner mala así que le limpio también muy bien las orejas y las almohadillas para que no coja hongos.

Le encanta que la sequen, así que muchas veces se queda super agustito enrrollada en la propia toalla.

Por supuesto, es inevitable que dejen algunas huellitas en el suelo pero se merecen toda nuestra paciencia a cambio del amor que nos dan.

Como veis a nosotras nada nos impide salir a la calle y disfrutar de nuestro paseo diario aunque llueva.

Y vosotros ¿qué hacéis cuando llueve?