La diarrea en perros es quizás uno de los problemas más frecuentes en perros domésticos, tanto es así que durante los dos primeros años tengo que reconocer que Blondi las sufría bastante a menudo. Y lo peor es que la culpa era nuestra en la mayoría de los casos porque hay alimentos que no toleran y no lo sabíamos.
De todas formas, lo más importante es siempre la prevención por lo que comenzaremos con algunas recomendaciones de lo que no debemos hacer.
- Evitar que coma cualquier cosa de la calle ya que además de que pueden ser sustancia tóxicas, suele ser una fuente de infección de parásitos, bacterias y virus.
- Aunque no podamos resistirnos a darles siempre algo de comida cuando ponen esa cara de pena, nunca le des chocolate, uvas, queso, cebolla, aguacate, ajo, leche o café.
- Al igual que con los niños, también debemos tener cuidado de que no tengan acceso a los medicamentos o los productos de limpieza.
- Averigua cuál es el pienso que mejor le sienta a tu perro.
Todo ello puede provocar que las heces de nuestro peludo sean más blandas de lo normal o incluso completamente líquidas, lo cual es síntoma de que su estómago está inflamado. Los expertos aseguran que les duele la tripa y que pueden llegar a tener temblores o apatía.
Pero ¿cómo debemos tratarla?
Según mi experiencia lo que mejor funciona es retirarle toda la comida durante al menos un día, que beba mucha agua en pequeños sorbos. Después la dieta blanda es imprescindible, por eso el pollo hervido, la patata cocida, el arroz o el pavo lo digieren muy bien.
Ahora bien, uno de los errores que solemos cometer es que al segundo o tercer día cuando ya hacen bien la caca, volvemos al pienso cuando debemos seguir con la dieta al menos 5 días e ir volviendo al pienso de forma progresiva.
Si viérais que la diarrea es mas severa, no se le pasa y que está triste y sin ganas de jugar, entonces deberemos llevarlo al veterinario porque puede ser algo más grave.